Capitulo
IX. Déjame
mostrarte un poco de mi vida.
-Ella
me tomó de la mano. Yo por primera vez, empecé a sentir miedo. Estaba un poco
abrumada. ¿Que si todo fuera cierto? Una gota de sudor fría bajaba desde mi
frente hasta llegar a pararse en medio de mis cejas, justamente en medio de mis
ojos. No sé si era porque el día esta caluroso o si
era de emoción por que habría de venir. Así que, la tomé fuerte de la mano derecha,
¡exclamando en mi interior, ¡que estaba a punto de hacer! Ella me dijo que la
voz va a elevar el nivel. Yo le miré con una Mirada más fría que el hielo, pues
aun no creía todo el cuento. ¿O qué tal si nada pasa y todo estaba en su mente?
No quería aceptar la realidad de que quizás mi querida amiga estaba desquiciada.
Así que le apreté la mano bien fuerte, esperando a que algún suceso sobre
natural aconteciera. Ella me comentó que la voz pensaba que es mejor para mi
verlo con mis propios ojos. Yo no escuchaba ninguna voz. Pero la escuché a ella
y debí de aceptar que un poco incrédula le tomé de la mano y.… he aquí… sentí
que el suelo se elevó hacia arriba... y he aquí me hallé en un nuevo mundo, tal
como ella me lo describió. ¡Es real! Me encontraba flotando en el aire, con su
mano fuertement sujetando a la mia. Mire hacia bajo. Toda la ciudad parecía
caos. Lo que antes parecía ser una ciudad bella y potente, ahora estaba casi
hecha polvo. Maggoc ahora está sufriendo las consecuencias de su arrogancia and
mal trato hacia otras naciones. Vi ejércitos afuera de la ciudad. Selonia ha
reunido su ejército carnal, clones y aviones de combates a las afueras de
Alogore, la ciudad principal de Maggoc. En el aire se extiende todo un ejército
aéreo. Selonia parece estar ganando la batalla. Sus soldados llevan un uniforme
color negro opacado, en su cabeza un casco negro combina perfectamente con su uniforme.
El uniforme se mezcla perfectamente con el color negro de las carreteras.
En sus manos llevan armas de láser, estas creadas por Trance. Puedo divisar que se han formados en largos grupos, en cada grupo hay una persona que lleva un uniforme de un color diferente. El uniforme es de color gris, estampados en los hombros con sellos de estrellas y colgando al lado izquierdo del pecho yacen unos pompones multicolores. Las estrellas voladoras también a sus lados. Parecian hormigas a la distancia. Ellos habían rodearon la ciudad, tanto en el aire como en la tierra. Magoc también ha reunido sus ejércitos tantos aéreos como terrenal. Pero Selonia le ha tomado la ventaja mientras los magocenses celebraban sus fiestas. El ejército de Maggoc aún no está formado completamente. Aún se preparan para defender su reino. Pude ver su poder económico en sus vestimentas. Sus soldados llevan uniforme no solo hecho en telas, por encimas de estos llevan una capa protectora hechas de cobre entretejidos en sí mismo. Sus armas también en laser sobresalen. Pude ver como sus líderes además de llevar el uniforme como los demás, también adornan estos con cadenas y medallas en platino colgando desde los hombros. Al comparar ambos ejércitos, pude notar la diferencia en estaturas y me pregunto qué sería de los Selonian si fuesen a la guerra solo con armas blancas o espadas. De seguro que perderían la batalla. Pero no, ellos han sido astutos y han creado sus propias fuerzas áreas para luchar con su enemigo.
Selonia
sabiamente había planeado todo al último detalle. Escuché el ruido de bombas y
cohetes lanzados a otras ciudades de Maggoc. Vi el humo subir por los cielos y
soldados avanzar hacia Maggoc. Estaba estresadas y atormentadas por todo lo que
veía. No es que sienta pena por tal dictador, pero el solo mirar al mi
alrededor, puede apreciar el gran daño causado. No se compara en nada al daño físico
que nosotros los humanos estamos pasando. No creo que Maggoc podrá recuperarse
por centenares de años por venir. Veía como las gentes corría por las calles sin
rumbos fijos. Emilia me conto como Selonia en cambio había seleccionado una
gran cantidad de su población, especialmente a jóvenes y niños y los había
ingresado en Trance. Si perdían la guerra todavía podían conservar una muestra
de su raza intacta fuera del conocimiento de Maggoc.
Mire
a Emilia y le pregunte cuanto tiempo estaríamos allí. Ella me dijo que no mucho
tiempo. Sentía pena de lo que estaba pasando. Me dijo que ella esperaba que
reine la justicia, la verdad y la libertad. Luego me dijo que necesita ver al Rey
Ardoval II, pues la voz le ha dicho que él tenía el poder de encender la luz en
su cuerpo. Ella me tomó de amabas manos y luego aparecimos antes el. Permaneció
callada por unos minutos, observándole un poco cabizbaja pero con una dulce
sonrisa en sus labios. Luego de unos minutos de silencio, El le tendio la mano
derecha. Ella solto la mia, en acción de extrechar su mano, cuando al mismo
tiempo le pidió con gran audez, ‘Si en verdad he encontrado agrado ante los
ojos de su excelencia, y en su corazón se encuentra un poco de amor, aún si del
tamaño de una semilla de mostaza, le suplico con reverencia y solemnidad, que
me de de la poción que ponga el brillo que se ha apagado en mi. Mientras que el
miraba con compasión y una mirada pentrante, que denotaba un brillo, el cual yo
no podía en ese instante entender or explicar. El miro hacia su izquierda,
sosteniendo la mirada en su esa posición por un instante, para luego volverla a
mirar y con tristeza en la voz le respondió que no era posible. Le recordó que
ella se les dio instrucciones cuando llego a Castilla de no caminar por el
tramo oscuro, pero ella desobedeció. El color oscuro estaba ahí para recordarle
de su desobediencia. No había mucho que él podía hacer. Vi el rostro de Emilia
nublarse con la explicación, pero ella con coraje la aceptó. Le vi darle una
sonrisa y muy amablemente, le dijo que todo estaba bien. El gigante le promete
que hará lo posible para que ella mantenga la tez que para ese entonces ella poseía.
El metio sus manos a través de una de las ventanas, en el castillo de alzaba
enfrente de el, traiendo entre ellas un frasco que contenia un liquido color
cristal, mas claro y espeso que el agua. Le paso el frasco a Emilia, quien inmediatamente,
tiro de goma eslatica en este, hasta abrirlo e inmediatamente, se tomo el
liquido que este contenia. Yo observaba
a su lado completamente en silencio. Era un mundo extraño para mí. Aún no sabía
en donde me encontraba. Emilia me dijo que en es Los Cielos o Castilla como
ahora se llama, pues el Rey Senojoc le ha cambiado el nombre. Es un lugar bello
tal como Emilia me lo había describió. Me acerqué un poco más a Emilia y le
susurré al oído que le preguntara el nombre al gigante. De este modo podrás
comparar si la voz le dice la verdad.
Ella hizo como le pedí y le preguntó. Él le volvió el frente y miró
hacia otro lugar. Luego de un momento de silencio, él le preguntó si era
importante para ella saber. Emilia le dijo que sí. El la miró y le dijo que su
nombre es el Rey Ardoval II. Yo me quedé petrifada, atónita, no queriendo
aceptar lo que mis oídos habían escuchado. ¿Entonces el Rey Aldoval II es real?
¿Tal como losArdovalistas lo predican en la tierra? Pensé que los Ardovalistas
eran gentes sin oficio algunos que van de casa en casa, de puerta en puerta,
predicando a un Dios que una vez reinó y que algún día no muy lejano, el reinará
otra vez. La verdad que a esos no le puse mucha atención. Pensé que me hacían
perder el tiempo. Ahora estoy aquí en frente de ese Dios que ellos predican y
me da vergüenza mirarle hasta la mano. ¿Sabrás el cuanto le he rechazado en la
tierra? ¿Que me he reído a carcajadas cuando unos de sus mensajeros terrenales
me predicaban sobre él? Sii que debía de saberlo, me dije a mi misma un poco
cabizbaja. La verdad es que estaba
apenada y la vergüenza se me habría de notar en el rostro. ¿Entonces estaba en
Los Cielos? Estaba atónita y perpleja. No sabía que decirle a Emilia. Pues muy
adentro de mi, a veces llegué pensar que ella estaba un poco desquiciada. La tomé
de la mano, tratando de conseguir una respuesta proveniente de sus labios que
calmara mi mente. Mi mente culpable e indredula a la verdad que muchas veces
antes se me había explicado. No solo antes había rechazados a los Aldovalistas,
sino que, también a Emilia muchas veces le había ignorado. Él le dijo a Emilia
que era tiempo de regresar a la tierra. Yo curiosa, interrumpí, pero lo hice
con un miedo inmenso a ser rechada. ¿Qué tal si me dijera quién me cedió la
palabra? O peor aun, ¿Quien soy yo para dirirle la palabra? Tenebrosa y con una
pesadez enorme en mi voz, Pero con una mirada fija y directa, le pregunté si él
era la voz que le habla a Emilia, pero no conseguí ninguna respuesta, solo una
mirada fija que penetró lo más profundo de mi ser. Me sentí intrusa. Volteé la
mirada hacia Emilia, pues no pude contener esa mirada acusativa. Emilia me dijo
que era tiempo de volver a la tierra. Una luz nos embrazó y he aquí aparecimos
de nuevo en el bosque. Me hallé en un estado de pánico abrumador. Y hasta un
punto me negué a creer que había sido testigo de lo que mis ojos y oídos habían
presenciados y escuchado. Y empecé a creer por un instante que quizás lo que
Emilia tenia era un virus y me lo ha pasado a mí. Pero mi conciencia y la
realidad de lo que había visto, eran más fuertes que mis dudas y allí, en medio
del bosque, tenebrosa y abrumada acepté que habia viajado a otros mundos y mi
querida amiga de la infancia, mi Emilia, esta tan sanamente como yo. Lucida sin
ningún problema psicológico como muchos habían dichos.
Emilia
parecía triste y cabizbaja. Le pregunte qué le pasaba y ella me dijo que el Rey
Aldoval II no quiso encender la luz en su cuerpo. La consolé y le dije que su
piel es bella tal y como esta. ¿Por qué quieres cambiar de color? Ella me explicó
que su vida sería más agradable si el color de su piel fuera más claro. Yo le entendí
perfectamente y reconocí que ella ha pasado por muchas malas vivencias a la
mano de gente racistas que la tratan mal solo por el color de su piel. Pero le
aseguré que ellos estaban equivocados y su piel es bella como es. Caminamos de
regreso a su al parqueo y luego manajemos al apartamento. Luego partí de regreso hacia mi apartamento
sin antes recordarle que empezara a buscar otro con mas espacio para que ambas pudiéramos
compatirlo. Acordé verla en unos días, pues quería saber más sobre su doublé
vida, la cual ella mantuvo en secreto por muchos años y nunca la había
compartido conmigo o nadie más.
All Rights Reserved@ Kenia Alondra del Castillo 2016.
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